El diseño está roto. Los diseñadores jóvenes y no tan jóvenes son cada vez más conscientes de ello. Muchos se sienten impotentes: les dijeron que tenían las herramientas para hacer del mundo un lugar mejor, pero en cambio el mundo les pasa factura. Más allá de una neblina de exageraciones y afirmaciones audaces se encuentra una tierra árida de dudas y síndrome del impostor. Este libro investiga la desilusión que impregna el diseño. Aborda los efectos de la descalificación provocados por la semiautomatización digital, los casos de políticas ornamentales diseñadas para complacer al complejo museo-educativo, las nebulosas promesas de las escuelas de diseño. Mientras revive expresiones históricas de desencanto, Silvio Lorusso examina los memes actuales y las peroratas de las redes sociales. Para describir esta crisis desalentadora, elabora un nuevo vocabulario crítico para que los lectores puedan aprovecharlo. Lo que revela esta exposición es a la vez preocupante y refrescante: en lugar de producir un orden significativo, el diseño podría consistir simplemente en habitar el caos.

352 páginas

13 x 20 cm

Texto en inglés