En la cena de Navidad de 2042, la mesa se extiende como un tapiz de delicias futuristas y tradicionales. Velas flotantes cambian de color al ritmo de villancicos que una IA entona con su voz metálica, llenando el ambiente de calidez digital. Un robot chef sirve un pavo perfectamente jugoso, mientras una alienígena vaquera de piel roja y ojos múltiples intenta adivinar qué especias ha usado para que sepa tan delicioso.
Un elfo cibernético ajusta los adornos holográficos en una lámpara flotante mientras discute amigablemente con una rana parlante sobre si el polvorón está bueno o habría que desterrarlo de esta tradición. Sentados alrededor de la mesa, seres de distintos planetas, formas y colores comparten risas y anécdotas. Un gato vaquero, con su característico sombrero, se desliza por la mesa repartiendo los regalos del amigo invisible, y enfrente, mientras una conejita le enseña a su amiga piña sus pasos prohibidos, una vaquera azul les sirve pavo a sus bebes renos y una adolescente sonríe al ver un cocodrilo mago sacar chispas de su sombrero.
Morticia Adams, con su clásica elegancia, preside la cena, compartiendo historias de festividades intergalácticas mientras un dron silencioso se asegura de que todas las copas estén llenas y las risas nunca cesen. Las luces de neón reflejan en la cara de todos esos seres multicolor, haciendo de esta Navidad un banquete lleno de maravillas inesperadas. Todo es posible en esta utopía, donde cada cultura y cada rincón del universo tienen un lugar en esta celebración mágica.